Como es sabido, aún no se inicia el período legal de propaganda electoral (un mes antes de las elecciones, es decir, comienza el viernes 11 de noviembre) pero a todas luces las campañas se iniciaron hace varios meses, con la complacencia de todos.
Un claro ejemplo es la Plaza Italia, que está atestada de carteles de todos los candidatos. A mí me parece un ejemplo más de inconsecuencia de nuestros políticos: con burdos resquicios eluden la ley y afean nuestra ciudad. Un triste espectáculo del que nadie se hace cargo.
Un reciente estudio de la Corporación Tiempo 2000 nos muestra que los candidatos han gastado más de 2,2 millones de dólares en esta pre-campaña que, como no está en los plazos legales, lo más probable es que no se declare, esto es, como que no haya existido ese enorme gasto, ya que -conviene recordar- existe una ley que restringe el gasto electoral pero que lamentablemente es letra muerta. Y este gasto es sólo en propaganda radial y en la vía pública (lo que se puede pesquisar con mayor facilidad) lo que nos indica que su monto está subestimado.
Como es obvio, el 91,4% de este gasto corresponde a los candidatos de la Alianza, el 8,5% se atribuye a la candidata oficialista y sólo el 0,04% al candidato del pacto Juntos Podemos Más, Tomás Hirsch.
Estas cifras nos demuestran claramente la desigualdad en los recursos de los distintos candidatos y por lo mismo y a consecuencia de ello, nos debería hacer pensar en la falsedad de los discursos demagógicos de algunos de ellos, que aseguran que se la jugarán por la clase media y los pobres, por los postergados. La historia de Chile nos demuestra que jamás la derecha se ha preocupado de los sectores más postergados de la sociedad. ¿Por qué lo tendría que hacer ahora?
1 comentario:
Es una verguenza que los políticos demuestren su poco respeto a la ley al no respetar la ley de propaganda electoral.
Un detalle, la derecha siempre defendió la idea de que los sectores más postergados de la sociedad eran los que necesitaban más urgentemente buena educación pública para progresar.
Creo que la pobreza no puede ser culpada a un sector político particular, da lo mismo si es izquierda o derecha.
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