lunes, 24 de septiembre de 2007

Fujimori en Perú

El ex Presidente peruano, Alberto Fujimori ya se encuentra en suelo peruano, luego de que la Corte Suprema de nuestro país concediara la extradición por siete de los delitos por los cuales era requerido por la justicia de su país.
Como ya se ha señalado profusamente, esta sentencia es la primera a nivel mundial que concede la extradicción de un ex Jefe de Estado, sentando un precedente importante en temas de derechos humanos. Todo bien hasta aquí, pero surgen muchas interrogantes en este caso, desde mi punto de vista.
Para nuestro país, Fijimori era un "cacho", sin duda, pero para Perú lo es mucho más aún. Para el Presidente Alan García -a pesar de las palabras de beneplácito por la extradicción- lo mejor era que Fujimori se quedara en Chile y no generara todo el ruido interno que sin duda generará. Para Chile, que desea un escaño en la ONU en materia de derechos humanos, este caso le vino de perillas, pues ha quedado como un adalid de los DD.HH., pero para los que tenemos memoria recordamos su nula diligencia en los procesamientos al ex dictador Pinochet, esperando -al igual que todos los gobiernos de la Concertación- que la muerte borrara su recuerdo como efectivamente ocurrió. Aquí se aplicó lo que llamaría "observancia de un buen superior", esto es, la paz social.
No será fácil para Perú enjuiciar a Fujimori; cuenta aún con respaldo popular, su gobierno es recordado como exitoso por las clases más populares, terminó en la práctica con la guerrilla, etc., lo cual lleva a pensar que una parte importante de esa Nación no quedará conforme con su juicio.
En fin, le pasamos la pelota al gobierno peruano; ahora resta esperar si podrán dominarla adecuadamente o se harán un tremendo autogol, con insospechadas consecuencias políticas para esa gran Nación del norte.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Violencia del 11 de septiembre

Algo pasa en Chile. Hay que detenerse a pensar el por qué de tanta violencia. Me parece muy claro que los disturbios acaecidos en la noche del 11 de septiembre poco o nada tienen que ver con dicha fecha, que pasa a ser una anécdota o, más bien, una excusa para descargar tanta violencia.
Que son delincuentes comunes, el llamado lúmpen, jóvenes e inclusos niños, o narcos, todos o en su gran mayoría ajenos al 11 de septiembre del año 1973, puede ser, pero cuál es su motivación, cuál es el origen de esa inusitada violencia contra todo y contra ellos mismos (saquear escuelas sólo va en desmedro de ellos); me parece que por ahí deberían ir las reflexiones de esta amarga jornada, que dejó un carabinero muerto y a otros varios heridos.
Posiblemente -según mi punto de vista- la causa de todo sea la enorme desigualdad de oportunidades, la gigantesca diferencia en los ingresos, la nula posibilidad de escapar de situaciones extremas, en fin, un odio contenido contra el sistema, que busca estas oportunidades para desahogarse. Es difícil hacer entender a los más necesitados (entre los que se incluye la clase media baja, que se asume sin futuro prácticamente) por qué el éxito que aparenta tener el país en sus grandes números no les llega a todos; como creer el discurso de que vamos bien, si la enorme mayoría de la gente no es partícipe de esa bonanza, que aprovechan sólo el gobierno y los grandes grupos económicos.
Me parece que nada tiene que ver el "11" con esta violencia, creo que es más profundo y por lo mismo, más preocupante. Creo que la gente está muy cansada de esperar por mejores oportunidades, las que no llegan por ninguna parte.
Aprovecho de comentar otro hecho que no debe ser pasado por alto, desde mi perspectiva. El impedir el paso de las marchas por Morandé -producto de la Molotov del año pasado- me parece francamente insólito y digno de otros tiempos. Incluso en dictadura era posible transitar por esa calle y rendir los homenajes pertinentes al ex Presidente Allende. Que ahora se restrinja el paso y se acordone y custodie como si estuviéramos en guerra me parece prepotente y provocador, muy distante del espíritu que la Presidenta Bachelet prometió para su gobierno. Esto claramente genera rechazo y violercia.