Hoy, 5 de octubre, se cumplen 17 años de uno de los hechos políticos fundamentales del siglo pasado: el triunfo del No en el plebiscito del año 1988, que intentaba eternizar en el poder al dictador. En ese momento histórico -que tanto le costó reconocer a la dictadura y a la derecha en general- nació el convencimiento que la democracia volvería a nuestro país.
Por supuesto que recuerdo esa votación, era mi primera vez que podía expresarme a través del voto, participamos con mi familia con mucha ilusión y no exento de miedo por lo que pudiera pasar, también fuimos a la concentración final, que fue en la Norte Sur, en que se juntaron millares de personas buscando un cambio.
Lindos recuerdos, además ese es el año en que nació mi hijo mayor, así que quedó marcado a fuego en mis recuerdos.
Lo curioso es que muchos personeros de la derecha tratan hoy en día de hacernos creer que ellos también hubieran votado por el No si hubiesen conocido la verdad: me parece una excusa infantil, pues no haber reconocido a tiempo las violaciones a los derechos humanos que sistemáticamente practicaba la dictadura no tiene perdón, es más, los hacía cómplices de ellas.
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