Coletazos del debate

El Debate/Foro Presidencial 2005 ha marcado de una u otra forma la agenda política de todos los candidatos, aunque sus repercusiones aún no son del todo claras.

Hay que apuntar eso sí que pocos han reparado en que la imagen de Chile que proyectaron los cuatro candidatos es lamentable: no sólo por la delincuencia (parece que no se pudiera salir sin ser asaltado) sino porque la mitad de la gente es pobre, o está sin trabajo, y no va a poder tener pensión (ni asistencial). En una hora de programa se echa por la borda muchos años de trabajo para tratar de posicionar a Chile como un país moderno, de oportunidades de negocios, etc.

Está claro que hay desigualdad y muchos otros problemas, pero la impresión que dieron los candidatos es que Chile es de lo peor. Surge claramente la pregunta entonces, ¿para qué se quieren hacer cargo de este desastre? Y sobretodo la visión que intenta vender Lavín del país no se condice con su afán de gobernar.

Por otra parte, este candidato siguió con sus ataques despiadados al Gobierno, olvidándose también -así como antes de las violaciones a los DD.HH.- que él formó parte de una dictadura que fomentó está desigualdad feroz y eliminó cualquier atisbo de ayuda social. La proclamación de Jovino Novoa fue el escenario para que Lavín siguiera con su política de odiosidades y división que bien recuerda a la nefasta campaña del Si, como recordó con acierto el Ministro Puccio.

Asimismo, y como consecuencia directa del Debate, la Concertación y el Gobierno ya ven como un hecho la segunda vuelta, la que, desde mi punto de vista, puede llegar a ser tan estrecha como la anterior entre Lagos y Lavín, pero sólo si Piñera accede a ella, ya que para Lavín ya pasó su hora.

Es claro que Piñera puede hacer más pelea que este ultimo candidato, ya que aglutinaría no sólo los votos de aquél sino que posiblemente algunos de la democracia cristiana, tal como lo hizo Lavín en la pasada elección presidencial.