La franja política

Estos días he tenido la oportunidad de ver la franja política, la parlamentaria más que la presidencial, y no me han dejado una buena impresión.

En primer lugar, en mi carácter de no experto en la materia, estimo que las propuestas audiovisuales no han sido muy ingeniosas -más bien pobres- y no se ve un avance desde la anterior franja política. La creatividad pasó de lejos en casi todos los comandos: se repiten las imagenes -como sacadas del mismo saco- de gente muy humilde la más de las veces y de huasos y mapuches en sus trajes típicos.

Ahora bien, en cuanto a los contenidos, que debería ser la parte central de estas campañas televisivas, todas -con la salvedad de la del pacto Juntos Podemos más- repiten y repiten o, más bien, prometen y prometen lo mismo.

Me indigna escuchar a todos los candidatos de la Concertación que ahora sí trabajarán por resolver todos los problemas (parecen candidatos de opisición, pues para ellos está todo malo, olvidándose que han sido gobierno durante 16 años, pero ahora sí debemos creerles que cumplirán lo que prometen). Coinciden en todos los diagnósticos con la derecha, lo que asoma más como una estrategia política de no diferenciación para restarle fuerzas a la oposición.

Me indigna tanto como escuchar a los candidatos UDI decir que se la jugarán por los más pobres. Pura demagogia. Su eslogan debiera cambiar de UDI Popular a UDI Populista, dando un toque de realidad y sinceridad política a sus propuestas.

Como no todo puede ser tan malo, me parece interesante el aporte de Renovación Nacional de presentar una idea central en boca de todos los candidatos. Para los televidentes más comprometidos y atentos con los contenidos, esta es la única instancia en que se puede evaluar una idea central de los partidos políticos.