La pelea por la senaturía en la VI Región puede dejar más de algún herido en la Concertación. Después de muchas negociaciones entre el PPD y el PS -mediación de la Bachelet incluida- se llegó al escenario menos favorable para el conglomerado oficialista y particularmente para estos importantes partidos de izquierda.
Tanto es así, que ya se han manifestado síntomas peligrosos en el subpacto PPD-PS, aliados naturales, que han llevado al PPD a proclamar públicamente su apoyo a los candidatos a diputados de la Democracia Cristiana en desmedro de los del PS en la misma Región.
Desde mi punto de vista, esta situación es muy grave, injustificable a pesar de todos los esfuerzos de la directiva del PPD por tratar de hacerlo, al decir que esa situación le hace bien a la Concertación.
Es injustificable pues el PPD tiene vigente en el resto del país el pacto de apoyo mutuo con el PS y, recordemos, el sistema binominal imperante hace que la verdarera lucha sea entre los propios candidatos del pacto, con lo cual el rival a vencer en la especie es el candidato del PDC y no el de la Alianza, y esta suerte de ruptura del pacto en la VI Región puede abrir heridas que sangren por otras regiones del país, situación que eventualmente podría costarle muy caro al subpacto PPD-PS al ver disminuir el número de diputados electos producto de esta singular disputa.
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