Estoy absolutamente de acuerdo con la libertad de expresión, y en general, con todas las libertades civiles. Soy enemigo de los absolutismos y soy por naturaleza tolerante, tanto en temas políticos como religiosos. Pero debo discrepar, en la forma y en el fondo, de la columna de opinión de Hermógenes Pérez de Arce, publicada hoy en El Mercurio. (pinche aquí para leerla, del sitio web del diario).
Todos conocen la posición política de dicho personaje, ultraderechista y pinochetista acérrimo, enemigo al parecer de la democracia y la voluntad popular. En su columna ataca escandalosamente a nuestra Presidenta electa, Michelle Bachelet. Festina con momentos tan duros como fueron la lucha contra la dictadura, critica a la Presidenta Bachelet por su militancia política y por su cercanías con personeros de la opisición al régimen dictatorial, ataca al padre de la Presidenta, llamándolo conspirador y dando por falsas las torturas recibidas por el General Bachelet, aduciendo que su muerte se debió a exceso de deportes no acordes con sus problemas cardíacos, en fin, una serie de viles ataques.
Y todo a raíz de las palabras del Cardenal Francisco Javier Errázuriz, quien expresó, a propósito del triunfo eleccionario de Bachelet, su alegría "de que en esta elección Chile haya elegido a una persona que es símbolo de la paz entre nosotros, de un país reconciliado. Alguien que fue golpeada por el odio, que prefirió superar ese odio a través de la comprensión, de la tolerancia y del amor, es un gran signo de esperanza".
Estas hermosas palabras, que reflejan muy bien a la Presidenta Bachelet, fueron el detonante para que el Sr. Pérez de Arce dejará escapar tanto odio y rencor, que por lo demás está añejo, pasado de moda y no va con los tiempos actuales, en que todos queremos un Chile mejor, sin las odiosidades del pasado. En síntesis un ataque cobarde.
3 comentarios:
Es factible que el señor Pérez de Arce sufra del síndrome de A.S.C. (síndrome de Amnesia Selectiva Conveniente)pues olvida todas las atrocidades y crímenes que se cometieron durante el gobierno de su "Santo Augusto Pinochet".
Me parece que este señor tan religioso debe confesarse urgentemente pues está sufriendo el terrible pecado capital de la envidia.
Un beso
Yvette
La Libélula
Este tipo, Perez de Arce, ya no tiene remedio, y es que el odio que llevo a los de la dictadura militar a cometer todas esas atrocidades, lo tiene metido en el corazón, es su carta de vida y ya no tiene olvido, ya no hay más para él que seguir creyendo en algo insustetable y vivir criticando, haciendo vista gorda de los hechos reales.
Me da pena, es un ser que no vale la pena ni leer.
Saludos!
¿Adònde está realmente el odio? ¿Quién inventó la frase "ni perdón ni olvido"? ¿Sería Hermògenes Pérez de Arce?
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