El Mundial llega a su fin. Este domingo 9 de julio, luego de un largo mes de emociones varias, se enfrentarán Francia e Italia en una final inédita entre dos potencias futbolísticas europeas, ambas campeonas del mundo, conocedoras de la gloria máxima del deporte rey.
Hoy, en un deslucido partido, Francia superó al sorprendente equipo portugués. Un penal muy bien ejecutado por el incombustible Zidane bastó para que los galos llegasen a su segunda final. Todo un premio para el veterano astro francés, que anunció su retiro para cuando finalice el Mundial. ¿Con la Copa? Quizás, aunque al frente tendrá al sólido cuadro italiano, que nos sorprendio gratamente con su notable exhibición ante una timorata Alemania, que respetó mucho su historia adversa en mundiales frente a Italia. Casi fue una crónica de una caída anunciada.
Choque de dos estilos, ambos seleccionados privilegian el resguardo del campo propio de diferente manera: Francia al ritmo de Zidane y compañía, con toques sutiles buscando algún espacio para Henry; Italia, más directa, con mayor despliegue por las bandas, alimentando a Toni y a Totti. Pirlo y Gatusso son dos medios de lujo que pondrán en aprietos a Zidane, no dándole respiro. En todo caso, me parece que existe un cierto equilibrio en hombres de campo.
Sin embargo, Italia es muy superior en el pórtico. Y ahí puede estar la gran diferencia. Buffon es el mejor arquero del Mundial, mientras que Barthez no da tanta seguridad. Creo que este hecho inclina un poco la balanza hacia Italia, asignándole mi favoritismo.
Mi corazón está con Francia, pero creo que gana Italia.
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