jueves, 11 de marzo de 2010

Adiós Michelle Bachelet

Se produjo el cambio de mando en nuestro querido país. Tan acostumbrado a las catásfrotes y terremotos que las réplicas no quisieron estar ausentes de este evento y se dejaron sentir con fuerza.

La Tierra tiembla pues sólo así se hace escuchar. ¿Qué nos habrá querido decir? Quizás en cuatro años más lo sabremos. Nos alerta de seguro, quizás desea despedirse de nuestra Presidenta y resume el sentir de gran parte de la población.

Dejando de lado las bromas, quisiera dejar mis impresiones sobre el Gobierno de Michelle Bachelet y sobre su figura, tan bien evaluada por la población -con un 84% de aprobación, una cifra histórica, inalcanzable- y expresar mi parecer sobre el cambio que se nos avecina.

En primer lugar, me complace sobremanera que el sello del gobierno de Bachelet haya sido la cuestión social (lo que esperaba del Gobierno de Lagos). El énfasis marcado de protección social, como nunca antes se había visto, será recordado por mucho tiempo. Deja un legado difícil de igualar. En otras materias, quizá el Gobierno quedó al debe. Faltó un apoyo más decidido al crecimiento, a las empresas de menor tamaño y hubo problemas de gestión, pero en términos globales, me pareció un muy buen gobierno, quizás el mejor de la Concertación. Debo confesar que al comienzo de su mandato no la veía bien. Sentía que la atacaban de todas partes -sus propios correligionarios- y que no daba el ancho, pero en base a fuerza, coraje y talento fue doblándole la mano a todos y terminó siendo aceptada, querida y respetada por todos, tanto fuera como dentro del país. Un gran logro.

Ahora, la figura de la Presidenta ha salido fortalecida desde todos los ángulos, a pesar de las descoordinaciones ante el terremoto. Sus cualidades se han robustecido, así lo demuestran las encuestas que la sitúan sobre los 80% de aprobación desde hace varios meses. No hay otra figura pública como ella y desde ya la colocan como la mejor carta de la Concertación para las próximas elecciones presidenciales (2013). La Derecha política tendrá una dura tarea en tratar de torpedear su legado, pues el apoyo ciudadano es tan alto que será difícil cambiar la percepción tan favorable.

Por lo tanto, ya me considero un viudo de Bachelet, esperando su vuelta. Agradecido de su gestión al mando del país, de su cercanía, de su calidez humana. Le hizo muy bien a Chile tener una mujer en la primera magistratura de la Nación, y mucho mejor que esa mujer haya sido Michelle Bachelet. Gracias Presidenta y hasta pronto.